21 nov 2011

Energía oscura y expansión acelerada del universo

Hace más de ochenta años que Hubble publicó sus resultados sobre la recesión de las galaxias, el desplazamientohacia el rojo de las líneas emitidas por galaxias distantes. Sus resultados tuvieron importantes consecuencias en nuestra modelización del Universo y llevaron a Einstein a decir que la inclusión de la constante cosmológica en sus ecuaciones de la relatividad general había sido el peor error de su vida.


Hubble nunca obtuvo el premio Nobel aunque sus resultados fueron la base de la cosmología moderna y es considerado como el precursor de la cosmología observacional. Sin embargo, su trabajo pionero ha permitido que la Astrofísica sea reconocida por el comité Nobel como una disciplina más de la física. Los resultados en este sentido para la Astrofísica observacional han sido importantes desde que Penzias y Wilson obtuvieran el premio Nobel (1978) por el descubrimiento de la radiación de fondo, la reliquia del big bang o gran explosión que dió lugar al Universo tal y como lo conocemos, o que ingenuamente creíamos conocer.

El premio Nobel de Física de 2011 ha recaído en los astrónomos Saul Perlmutter, Adam Riess y Brian Schmidt, que con sus resultados observacionales obtenidos a finales de los años noventa del siglo pasado han revolucionado nuestra visión de la cosmología, y por por tanto, de la evolución del Universo. Los equipos dirigidos por un lado por Perlmutter (“The supernova Cosmology Project” programa que comenzó su andadura observacional en 1988 ) y por otro lado por Riess (The High-z Supernova Search Team” que comenzó sus observaciones en 1994), junto con Schmidt que jugaba un papel destacado en el equipo, estaban estudiando un número suficientemente significativo desde el punto de vista estadístico de supernovas de tipo Ia. Esta variedad de supernovas se utilizan para medir distancias dado el alto grado de conocimiento que se tiene sobre la luminosidad que alcanzan en el momento de la explosión y su posterior evolución, es decir sobre la curva de luz generada por la explosión de la supernova. Estos sucesos ocurren en estrellas binarias donde una enana blanca de masa inicial similar a la del Sol, pero con un tamaño similar al de la Tierra, está acretando materia desde su compañera hasta que alcanza una masa en la que el objeto se vuelve inestable y comienza la fusión del carbono produciéndose una enorme liberación de energía y la expulsión de prácticamente toda la masa de la estrella al medio circundante.

Los eventos de supernovas de tipo Ia están muy bien estudiados, exhiben siempre la misma curva de luz lo que transforma a estas supernovas en auténticas referencias (candelas astronómicas) para medir En los próximos meses se publicarán los resultados del satélite Planck dedicado al estudio de la radiación de fondo como mucha más sensibilidad y cobertura en frecuencia que la del satélite WMAP cuyosresultados llevaron a los astrónomos Mather y Smoot a obtener el premio Nobel de Física de 2006. La astrofísica está aportando continuos descubrimientos en los últimos, desde los planetas extrasolares a la cosmología. La puesta en marcha de grandes telescopios como ALMA o el futuro telescopio gigante de 42 metros ELT del observatorio Europeo del Hemisferio Sur (ESO) nos revelarán un Universo que seguramente aún no podemos imaginar. Afortunadamente para la física nos queda todavía el 95% del Universo por explorar, interpretar y modelizar.

Profesor de Investigación. Centro de Astrobiología ( INTA-CSIC)

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