13 dic 2013

Reírse es una cosa muy seria.



La risa es beneficiosa para nuestra salud, pero ahora un estudio también señala que tiene ciertos riesgos. Desde siempre se ha dicho que reírse es muy saludable. Pero cuidado, porque un trabajo que se publica en British Medical Journal advierte que la risa también tiene efectos secundarios.




El profesor Robin Ferner, el autor del trabajo, del West Midlands Centre for Adverse Drug Reactions en el Hospital de Birmingham, Reino Unido, confirma que «la risa puede no ser la mejor medicina después de todo»; e incluso, asegura, «puede ser perjudicial para algunos pacientes».

El informe ha revisado los beneficios y los daños de la risa reportados entre 1946 y 2013. Y la conclusión es: «la risa es un asunto serio».

Empecemos con los beneficios, que son muchos reconoce Ferner. Reduce la ira, la ansiedad, la depresión y el estrés. Además, «está demostrado que la risa reduce el riesgo de infarto de miocardio e infarto recurrente; mejora la función pulmonar en la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC); consume unas 40 kcal cada 15 minutos -así riendo todo el día se podría consumir unas 2000 calorías y perder peso-, y aumenta la tolerancia al dolor». Además, apunta este investigador, la risa aumenta la tasa de éxito de las técnicas de fecundación in vitro, como ha demostrado un estudio en el que el 36% de las candidatas a ser madres que fueron entretenidas por un payaso después de la fecundación in vitro y transferencia de embriones se quedó embarazada en comparación con 20 % en el grupo control, que no tuvo espectáculo de payasos.

Muertos de risa

Sin embargo, la risa también puede tener efectos adversos. «Puede producir desmayos e incluso hacer que el corazón deje de latir -al menos hay documentado un muerto por una risa prolongada que provoca alteración del ritmo cardíaco». Además, añade, hay informes de que la risa puede inducir «ataques de asma, neumotórax –aire entre el pulmón y la pared torácica-, incontinencia de orina o catalepsia -una condición en la cual los músculos se debilitaban si el paciente experimenta la risa o la otra emoción-». A esta lista se puede añadir los dolores de cabeza o la dislocación de la mandíbula.

A pesar de todo, Ferner recomienda reírse, «mejor en pequeñas dosis», porque probablemente hace la vida más «agradable» aunque no nos haga «vivir más».Ya sabe; si quiere reírse, hágalo de forma espontánea en la que sus músculos se relajen. De lo contrario, si su risa es patológica puede perjudicar seriamente su salud.




Referencia bibliográfica:

R E Ferner, J K Aronson. "Laughter and MIRTH (Methodical Investigation of Risibility, Therapeutic and Harmful): narrative synthesis". BMJ 2013;347:f7274. Doi:http://dx.doi.org/10.1136/bmj.f7274.(Published 12 December 2013)

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