26 feb 2018

Miguel Pita: «Nuestro interés por el sexo no es más que un truco del ADN»


Este doctor en Genética y Biología Celular explica hasta qué punto nuestros genes son unos «diminutos dictadores» que nos dicen cómo debemos ser.
En «El ADN dictador» (Ariel), Miguel Pita, doctor en Genética y Biología Celular en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), habla de hasta qué punto nuestros genes son unos «diminutos dictadores» que nos dicen cómo debemos ser, qué debemos sentir o qué debemos hacer. Él mismo está investigando la influencia de ciertas secuencias de ADN de receptores de neurotransmisores en determinados rasgos psicológicos. 
Los genes determinan que nos gusten la simetría y ciertos rasgos, pero la cultura moldea estas preferencias-ADOBE PHOTOSTOCK
Nuestros genes son como una especie de «microchip» en el que están programados los planes para construir el cuerpo y llevar a cabo las reacciones del metabolismo. Pero no solo eso. La investigación también muestra que los genes están detrás de que el amor no sea igual para hombres y mujeres, que algunos tengan talento para dibujar y otros no, que haya personas que se queden calvas a los treinta años o que el hombre sea el único primate en el que ha aparecido el lenguaje y una profunda espiritualidad.
¿Por qué ocurre todo esto? ¿Dónde queda el libre albedrío? Tal como Miguel Pita deja claro tanto a través de teléfono como en las páginas de su libro, toda esta complejidad es resultado de la evolución: ese largo e invisible proceso por el cual los genes que permiten dejar más descendientes tienden a perpetuarse. Pero no todo es genética: el entorno, ese conjunto de circunstancias que nos rodean, como la alimentación, la educación o el tabaquismo, también influyen en cómo el cuerpo cumplirá las instrucciones de los genes.




   

       
   


   
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Miguel Pita, doctor en Genética y Biología Celular en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) - Carlos Givaja



Entonces, ¿es el ADN un dictador? ¿O no más que el ambiente?

En realidad el ADN es solo un dictador relativamente. Le dimos ese titulo al libro para llamar la atencion sobre el hecho de que hay muchas cosas en nuestra existencia desde el punto de vista del comportamiento determinadas en parte por la genética. Pero la ecuación la completa el ambiente. Muy pocas cosas las decide solo el ADN, pero en pocas cosas el ADN no juega un papel más o menos determinante. Se puede decir que es un dictador, pero que no es un dictador férreo.
A veces no se tiene una visión afinada de esto. Por ejemplo, se suele considerar que algunas enfermedades están escritas en los genes, cuando en realidad no lo están. Pero otras veces se cree que muchos aspectos de nuestra conducta, como el talento, solo están marcados por nuestra educación, cuando en realidad el ADN tiene mucho que decir en ellos. Y aclarar este tipo de confusiones es justamente lo que pretendía en «El ADN dictador».

-¿Comparte la visión de Richard Dawkins y su «Gen Egoísta», según la cual los organismos son meras máquinas cuya función es garantizar la supervivencia de genes?

Comparto en lo elemental la propuesta de Dawkins. En general no está rebatida, pero sí se matiza. Se asume que el ADN tiene un impulso grande para copiarse y que en el fondo somos el vehículo en el que viaja de generación en generación. Somos la copia que está viva. Así ha venido pasando desde que éramos simples bacterias.

«En el fondo somos el vehículo en el que el ADN viaja de generación en generación»
-Pero si lo importante para el gen es multiplicarse, ¿por qué no quedarse en los virus, que son los que más parecen multiplicarse?

Efectivamente, lo más práctico para un gen es estar en virus o bacterias. Los individuos complejos en el fondo tenemos que pasar muchas trabas, por ejemplo necesitamos encontrar una pareja para pasar nuestro ADN a la siguiente generación, mientras que bacterias y virus solo tienen que replicarse. Pero esto ocurre porque la evolución no es un proceso lógico, está basado en el azar. El principio es que lo que funciona persiste y lo que no funciona desaparece. Un virus es más práctico, pero un organismo complejo también funciona, entendiendo esto como que es capaz de dejar descendencia. Si se cumple esto, lo complejo y lo simple convivirán, porque ambas formas se reproducen. A lo único que pone trabas la evolución es a la infertilidad.

-Entonces, ¿es el ADN el motivo por el que estamos tan interesados en el sexo?

Sin duda. En realidad el ADN de todos los seres vivos lleva escrito en su código que en algún momento debe copiarse o reproducirse. En nuestro caso, la evolución ha construido un cerebro que nos hace que en algún momento busquemos pareja. Nuestro interés por el sexo no es más que un truco del ADN para que no olvidemos pasar una copia de nuestros genes a la siguiente generación.

¿Dónde queda el libre albedrío?

Es difícil de precisar. Efectivamente hay ciertas cosas que van a ser impulsos que vienen de serie, como reproducirnos, y que tenemos necesidad de cumplir, pero el ADN no nos va a decir ni con quién ni cuándo debemos hacerlo, ni va a mover nuestras piernas. Tenemos libre albedrío hasta cierto punto, quizás menos del que pensamos cuando nos vemos como reyes de la creación. Pero si lo piensas, que el ADN nos impulse a comer todos los días para no morirnos no es una gran pérdida de albedrío, y es el típico ejemplo de impulso con el que nacemos, nos guste o no.«Tenemos libre albedrío hasta cierto punto»

-¿Tiene la homosexualidad un componente hereditario?
La homosexualidad y sus bases biológicas y genéticas son tema de estudio actualmente. No se sabe todo al respecto, pero hay acuerdo en la comunidad científica al considerar que sí tiene una base genética y que puede ser innato. Además se conocen bastantes genes involucrados en su aparición. Pero la homosexualidad es un comportamiento muy complejo que adopta muchas formas. Hablar simplemente de homosexualidad es simplificar, pero en general podemos afirmar que tiene base genética.

-Hombres y mujeres somos biológicamente distintos. ¿Eso nos obliga a comportarnos de forma diferente?

Hombres y mujeres somos genéticamente diferentes. Por encima de todo, somos distintos en lo relativo a la sexualidad, al igual que las hembras y machos de otras especies. Eso no significa que los hombres y mujeres tengan que comportarse de forma distinta, sino que en lo referente a la sexualidad tienen intereses de partida distintos: estas diferencias no aparecen en otros aspectos sociales que no tengan que ver con lo puramente reproductor y los que se derivan de ello.«En la sexualidad, hombres y mujeres tienen intereses de partida distintos»

Por ejemplo, hombres y mujeres tienen distintos comportamientos sexuales y un distinto nivel de agresividad innata. Los hombres tienen mayores niveles de testosterona y son más proclives a agresividad directa. ¿Por que? Porque la agresividad está relacionada con un comportamiento reproductor, no en nuestra sociedad, sino en las sociedades animales donde el hombre como especie ha surgido.

-¿Eso lo justifica?

Para nada. Todos los comportamientos son susceptibles de ser reprimidos. Además, por término medio, los hombres son más agresivos, pero puede haber mujeres que sean más agresivas que otros hombres. Es como generalizar y decir que los hombres tienen más vello facial: no creo que nadie lo discuta, pero a pesar de eso siempre habrá hombres imberbes y mujeres con más pelo en la cara.

-¿Cómo es la agresividad de las mujeres?

Hay que tener en cuenta que hay cuatro dimensiones de la agresividad: la física, la verbal, la hostilidad y la ira. La agresividad que tiene que ver con la hostilidad y la agresividad verbal es igual de frecuente en hombres y mujeres. Entre ellas, esta sirve para establecer relaciones de competencia, al igual que la directa es usada por los hombres. Esta es la base biológica, aunque está claro que se puede expresar de muchas maneras y, de nuevo, reprimir. 
Evolutivamente, hombres y mujeres tienen distintos intereses de partida en la sexualidad, porque su inversión en la reproducción no es simétrica: solo ellas se quedan embarazadas-ARCHIVO


¿Y a qué se debe esto?

Si pensamos en el animal que éramos en origen, los hombres competían físicamente. Pero las mujeres, como tienen otro tipo de físico y como en su cuerpo se desarrolla el embarazo, no se debían arriesgar a sufrir daños físicos en su cuerpo, y por eso recurrían a otro tipo de agresividad.

-Entonces, y sin que lo justifique, ¿puede tener el machismo una cierta base biológica?

Lo primero que hay que decir es que las personas que estudiamos las bases biológicas del comportamiento, queremos comprenderlas, pero eso no quiere decir que nos gusten. Entenderlas, además, puede servir para erradicar ciertos comportamientos de la sociedad que tienen base en el animal que llevamos dentro.

Concretamente con respecto al machismo, no creo haya nada en la biología que pueda explicar la diferencia en derechos y oportunidades que observamos en la sociedad. Lo que sí que tiene base biológica son los distintos intereses y las distintas formas de expresarlos que tienen ambos, como ocurre en tantas otras especies de mamíferos. Pero que haya diferencias claras e innatas entre hombres y mujeres no justifica que la sociedad se haya diseñado como se ha hecho.

-¿Cómo afecta la genética a la elección de pareja? ¿Hombres y mujeres tienen las mismas preferencias?
Cada individuo acaba eligiendo una pareja por un conjunto de razones difíciles de trazar. Sí que es verdad que se ha observado que en líneas generales las mujeres son mas cautas, más selectivas. De forma completamente análoga a las hembras de la mayoría de especies de mamíferos. 
Por otro lado, los varones son menos selectivos, mas indiscriminados en su eleccion. Esto se lleva estudiando mucho tiempo y los comportamientos de otros mamíferos han aportado muchas pistas. La lógica de todo esto reside en que lo que se juegan varones y mujeres en la reproducción no es lo mismo: la inversión no es simétrica.

-Suena a transacción económica.


Algo así. Si las mujeres no son cautas pueden acabar gestando, criando y cuidando la descendencia de una pareja que no era la adecuada para sus intereses. Pero los hombres nunca van a tener que acarrear un embarazo y una crianza después de cometer un error.
Esa diferente inversión y riesgo que corrían los antepasados de hombres y mujeres, igual que ocurre en otros animales, se ha recogido en un cerebro más cauto en mujeres y más lanzado en varones. Obviamente, esto es una generalidad: podemos encontrar varones muy cautos y mujeres más lanzadas.

-¿Este cerebro «construido» por los genes, lleva también a que exista un patrón universal de belleza o los gustos son más bien culturales?
Hay gustos universales y particulares recogidos en la genética pero siempre matizados por la cultura. Digamos que hay tres capas: nuestros genes nos programan a mujeres y hombres para sentirnos atraídos inconscientemente por algunos valores universales, como por ejemplo la simetría.

Después, en un segundo nivel, hay gustos personales que también nos vienen de serie, y que nos llevan a elegir ciertos rasgos antes que otros. Por ejemplo se han encontrado genes relacionados con las compatibilidades entre sistemas inmunes, que son distintos en distintas personas, pero que vienen programados en su genética personal. Un tercer nivel es la educación, las aficiones, las modas... 
-¿Cuánto tiempo necesita la evolución para funcionar? Algunas personas dicen que el cambio climático no es tan grave porque las especies se adaptarán a él.

Los plazos son muy variables, pero son muy lentos. Con el cambio climático que estamos viviendo veremos desaparecer muchas más especies de las que se adaptarán. Como ciudadano y aquí no evolucionista, me apena escuchar argumentos como ese en el contexto desastroso de cambio climático. No hay que buscar en la evolución una justificación para las barbaridades que estamos haciendo. No tiene absolutamente ninguna relación. Pero si hay que opinar, es cierto, algunas especies se adaptarán al cambio climático, pero serán una minoría. La evolución es un proceso que ocurre muy lentamente, mientras que el cambio climático está siendo muy rápido.

Y el cambio climático no es el único problema: está atacando a la naturaleza en muchos frentes. Y no solo por la contaminación: también la superpoblación o la deforestación entran en el mismo panorama de modificación del entorno por la actividad humana.

-Las mutaciones son la base de la evolución, pero pueden ser perjudiciales para el individuo. ¿Qué tiene que pasar para que resulten beneficiosas?

Una mutación es cualquier cambio que ocurre en el ADN. Como las mutaciones ocurren al azar, la inmensa mayoría no producen cambios beneficiosos, pero incluso así explican toda la variabilidad que ha aparecido en la evolución.

Las mutaciones que generan novedades potencialmente adaptativas,y que estarán presentes en las generaciones futuras, son las que aparecen en las células reproductoras, en la línea germinal. Pero las mutaciones que aparecen en el cuerpo no tienen interés evolutivo: un lunar o un cáncer morirán con nosotros y no pasarán a nuestros descendientes.

-Teniendo en cuenta esto, ¿qué supone que desaparezca una especie?

Perder especies es como perder cupones de lotería premiados. Para que surja una nueva especie tiene que haber tantos eventos fortuitos... es tan improbable... Desde el punto de vista de la evolución, perder una especie es un desastre que nuestro vulgar cerebro no puede entender.

-¿Qué mutaciones han tenido un papel importante en la evolución del ser humano?

Los cambios clave han sido sobre todo los que tienen que ver con el desarrollo y la especialización del sistema nervioso. Personalmente, si tuviese que elegir un cambio, diría que lo más importante para nuestra especie fue adquirir la capacidad de hablar. Esto nos ha dado la posibilidad de relacionarnos de formas abstractas con otros miembros de nuestra misma especie. Esto nos permite amar profundamente, expresar emociones, formar grupos coordinados y en el fondo nos ha permitido organizarnos y a la larga conquistar el planeta.

Esta capacidad de hablar es biológica y genética: cada individuo aprende unos determinados idiomas, pero para ello necesitas ser humano y tener unos genes que no tienen nuestros parientes primates. Por eso las mutaciones que nos permitieron hablar para mí fueron la más importante que ha sufrido nuestra especie.

-¿Así apareció también la espiritualidad?

No está claro cuál es la base biológica de la espiritualidad. Se ha observado que está presente en todas las culturas y se piensa que efectivamente hay genes detrás de la tendencia humana de creer en mitos y tener ideas espirituales. Independientemente de que estos sean falsos, han moldeado completamente la historia de nuestra especie. Siempre hay un mito o un componente espiritual detrás de lo que hacemos. Nuestra capacidad de tener miedo a la muerte o de creer en un ser superior que te castiga si no cooperas con los tuyos, o el hecho de querer hacer el bien para tu clan y no para otro, han escrito nuestra historia, como especie social. No creo que haga falta poner ejemplos. Todos podemos pensar en cómo de importante ha sido la creación de mitos comunes en la historia de la humanidad. 
Un elevado porcentaje del ADN humano es de origen viral. Estos microbios han tenido un importante papel en la evolución de nuestra especie-WIKIPEDIA


¿Qué papel tienen los virus en la evolución del hombre?

Los virus son fascinantes porque son poco más que un fragmento de ADN con el «impulso» de copiarse. Han tenido un papel importantísimo en la generación de variablidad. Insertan secuencias en nuestro ADN y generan una novedad: aunque casi siempre será nociva, de vez en cuando han supuesto una novedad adaptativa.

-Mirando hacia el futuro, ¿qué cambios van a suponer las técnicas CRISPR de edición genética?

Estamos en un momento fundamental de la genética. Ya podemos introducir y sacar genes o variantes de genes a nuestro antojo. Este año ha habido experimentos impactantes en los que se ha reemplazado la variante errónea de genes en embriones y se ha curado una enfermedad. Pero estos embriones se han tenido que destruir, porque ahora mismo esta tecnología no está legislada.

Por eso, de cara al futuro tenemos que tomar un montón de decisiones que son mucho más éticas que técnicas. Creo que a pesar de que la sociedad está informada no es consciente de las implicaciones de esta revolución y los científicos tenemos el deber de informar de hasta dónde puede llegar. Tenemos las herramientas, nos falta un poco de conocimiento sobre la genética de detrás de algunos rasgos, pero dentro de poco los cambios a la carta serán una realidad.
 Podremos evitar que las personas nazcan con enfermedades hereditarias, y eso es fantástico, pero en un futuro próximo también podremos modificar embriones para que las personas sean más altas o más fuertes. Por eso, tenemos que pensar si queremos permitir que CRISPR se use para otros objetivos que no sean curar enfermedades, y exigir a políticos que legislen al respecto.
FUENTE: ABC CIENCIA

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